Es originario de Francia, donde se conoce desde el siglo XVII. Fue llevado por los monjes cartujos desde el Cabo de Buena Esperanza hasta este país. Se usaba para controlar la plaga de ratas de los monasterios y hospitales. Durante la Segunda Guerra Mundial la raza casi se extinguió, pero se recupero, cruzando persas con azul británico. En México no existe ningún ejemplar de estos.
CARACTERISTICAS
Su pelo es denso y suave con destellos plateados, es menos aplanado y tiende a ser más largo que el del gato doméstico de pelo corto. Las hembras tienen el pelo más sedoso y delgado que los machos. Es de color gris-azul, el pelo de la nariz es plateado sobre una piel de color azul. Los labios deben ser azules y los cojinetes plantares rosados. En los cachorros se permiten rayas, pero en los adultos no, tampoco deben tener manchas blancas.
La cabeza es ancha y angulosa, con la nariz corta y recta con un pequeño elevamiento, el hocico angosto con expresión sonriente. Las orejas son pequeñas, medianas con implantación alta y ligeramente redondeadas.
Los ojos son grandes, redondos y muy expresivos, de color pálido a naranja, se vuelven más claros en las hembras que han parido.
El cuerpo es grande, robusto con hombros grandes y musculosos, el pecho está bien desarrollado. La cola es más ancha de la base y delgada en la punta.
Los ojos tienen forma de almendra. La separación reducida entre los ojos que aparenta una expresión de enojo es indeseable.
Es un gato muy inteligente, fácilmente manejable y posee un aullido gentil, que rara vez usa. Tiene un instinto protector del hogar, les encanta jugar y es tolerante con los perros.
Algunas veces les gusta actuar como perro, pues cuando oyen que alguien llama a la puerta corren deprisa hacia ella para defender su hogar. Son muy silenciosos, no causan problemas a los vecinos con esas cansadas serenatas por las noches cuando están en celo o andan en busca de alguna hembra.
Fuente: mascotas.com
