jueves, 23 de diciembre de 2010

Nutrición en gatos muy mayores


Con la edad, el gato va a sufrir una serie de cambios a los que tenemos que prestar un interés especial desde el punto de vista nutricional. Una alimentación específica para esta etapa ayudará a prolongar la vida de nuestro animal y a retrasar la aparición de enfermedades.

Los progresos en nutrición y terapéutica felina han permitido prolongar considerablemente la esperanza de vida de los gatos. Se considera que un gato es geriátrico a partir de los 10 años, aunque viven fácilmente hasta los 14, e incluso más en los países industrializados.

El envejecimiento va acompañado de modificaciones más o menos marcadas de los órganos y de sus funciones: descenso de la actividad, disminución del apetito y pérdida de peso. También se producen alteraciones del sueño, hay menor resistencia al frío y al calor, y el organismo se hidrata peor. Disminuye la agudeza visual, auditiva y olfativa, se reduce la protección inmunitaria y se pierde brillo del pelaje y grosor de la piel.

Y por otro lado, y muy importante, aumenta el riesgo de enfermedades: dentales, gastrointestinales, renales, cardiacas, articulares y tumores.

¿Qué se puede hacer desde el punto de vista nutricional con los gatos mayores? En primer lugar intentar que el alimento sea lo más apetecible posible, para que lo ingieran y se beneficien de su composición. En segundo lugar, cubrir las necesidades nutricionales (energía, proteínas, hidratos de carbono, minerales, vitaminas, etc.) Y en tercer lugar prevenir, en la medida de lo posible, la aparición de las enfermedades más frecuentes en la edad avanzada.
En la mayoría de los casos, si bien la dieta no basta para curar las enfermedades, puede representar un factor importante en la mejoría o en la prevención.

Para que el alimento sea bien aceptado por el gato mayor es conveniente que posea una alta palatabilidad y que la textura de las croquetas sea más blanda para evitar el dolor al masticar, ya que es muy probable que estos animales padezcan enfermedades dentales, falten piezas y sean más sensibles. Como el apetito y las capacidades de asimilación del gato disminuyen, le proporcionaremos un alimento rico en energía, con todos los nutrientes esenciales y muy fácilmente asimilable. De esta manera favorecemos el mantenimiento del peso ideal y prevenimos ciertas deficiencias.

El envejecimiento es un proceso complicado durante el que se observa un aumento de la producción de radicales libres responsables de la destrucción acelerada de las células. Para defenderse, el organismo produce los antioxidantes. Con la edad, esta producción disminuye, por lo que será de gran ayuda proporcionarle un alimento enriquecido con estos antioxidantes (vitamina C y D) que, además, estimulan al sistema inmune y refuerzan las defensas.



Por otro lado, la piel pierde elasticidad e hidratación. Es común que ya no presenten un pelo tan brillante y lustroso como cuando eran jóvenes. Para mejorar su aspecto y la protección frente agentes externos, el alimento deberá ir reforzado con ácidos grasos omega 3 y omega 6 , aminoácidos, vitaminas y minerales.

El gato, depredador por excelencia, posee una musculatura, esqueleto y articulaciones especialmente adaptados para la caza, el salto y la velocidad. No obstante, y debido al aumento de su esperanza de vida, pueden desarrollar enfermedades osteoarticulares que pueden resultar extremadamente dolorosas. Independientemente de la prescripción de un tratamiento por parte del veterinario, podemos ayudar a un mejor mantenimiento de las articulaciones y a prevenir estos trastornos utilizando un alimento enriquecido con condroprotectores (glucosamina y condroitina). También serán beneficiosos los ácidos grasos omega 3 y omega 6 y los antioxidantes.

Otra de las afecciones más frecuentes en los gatos mayores es la insuficiencia renal. De nuevo la alimentación puede ser efectiva en la prevención de esta patología: un contenido moderado de proteína (que a su vez sea suficiente para evitar carencias y adecuado para mantener la masa muscular) y un nivel de fósforo reducido, ayudarán a mantener la función renal en perfectas condiciones.

En definitiva, los avances en nutrición felina pueden ayudar a reducir considerablemente el riesgo de aparición de enfermedades y a aumentar la esperanza y la calidad de vida de nuestros gatos.

Fuentes: elgatoencasa.com

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Gato jugando con cajas

A este gato le encanta jugar con las cajas. ¿Qué verá de divertido? No lo sabemos. Pero verle ese comportamiento sí que lo es, ¿a qué sí?

viernes, 10 de diciembre de 2010

Razas de gatos: Persa


El gato persa desciende del gato turco de angora; y geográficamente su origen se sitúa en la zona de la antigua Persia (actualmente Irán) y Ankara en Turquía. De ahí su nombre.

Los gatos persas actuales surgieron en Inglaterra en el Siglo XIX, producto del cruce entre el gato persa de raza pura (procedente de Persia), que fue introducido en Europa a través de Italia, y el angora turco blanco. De esta forma se obtuvo un pelo más sedoso y se multiplicaron los colores del manto. El persa ha ido evolucionando a más rechoncho y menos esbelto y con los ojos más grandes, más parecido al originario de Irán.

Tal y como la conocemos hoy en día es una raza creada artificialmente, fruto de una cuidada selección a partir del siglo XIX. Fue en este siglo cuando se empiezan a exportar ejemplares a Inglaterra y Francia, donde alcanzaron gran popularidad y desde donde se extendieron a Estados Unidos.

Características Físicas
El Gato persa tiene un cuerpo compacto, redondeado y musculoso y con una estructura ósea robusta. Las patas son cortas y gruesas. La longitud de un gato persa suele oscilar entre unos 40 a 50 cm, más 25-30 cm de cola y unos 30 cm de altura.
Tiene un pelaje espeso, abundante, largo y sedoso, con una cola bien poblada de pelo y ligeramente redondeada en el extremo.

Su cabeza es grande, ancha y redonda, mejillas salientes, nariz corta, orejas pequeñas y redondeadas, muy distanciadas entre sí y con mechones de pelo largo y con unos ojos grandes, redondos y muy abiertos.

La variedad de colores en la raza persa es enorme. Los monocolores deben tener el color igualado, intenso y sin tonos claros, como negro, blanco, lila, rojo, crema..., también pueden tener combinaciones de colores, como es el caso de los bicolores o arlequín.

Carácter del Gato Persa
El gato persa es un gato dulce, de temperamento muy tranquilo y pacífico. De hecho hay quien le llama el "tigre de sofá" debido a su carácter tranquilo. Tiene una gran necesidad de afecto y requiere de frecuentes muestras de cariño por parte de sus amos.

Es muy dormilón. Y le encanta que le echen piropos sobre su belleza.
Gran observador y poco expresivo. Carece totalmente de ese instinto cazador, lo cual es sorprendente en un gato.

Fuente: mundogatos.com

sábado, 4 de diciembre de 2010

Alergias en gatos


Los estilos de vida humanos pueden estar desencadenando ataques de asma en los gatos .


Los gatos y perros, pueden sufrir reacciones alérgicas, lo cual les puede producir picazón, dermatitis, asma y en general todo un torrente de síntomas molestos.

Las alergias cutáneas son las más comunes en los gatos, especialmente la dermatitis provocada por picadas de insectos, principalmente pulgas. El síntoma principal es la picazón, lo que produce costras y la posterior caída del pelo. También pueden ocurrir casos de alergias en piel por picaduras de otros insectos, por ejemplo garrapatas, o por la presencia de hongos y ácaros.

En cuanto a las alergias alimentarias, sus síntomas son vómitos o diarreas crónicas e intermitentes. Esto se debe a que el intestino se modifica y se inflama, generando gastritis o enfermedad inflamatoria intestinal. El gato puede ser alérgico a algún componente de la comida, por lo tanto la terapia consiste en darle un alimento especialmente formulado de por vida.

En lo que se refiere a las alergias de tipo respiratorio, por lo general se presentan con tos. Es un tipo de asma bronquial que produce tos esporádica cuando se contacta con el alérgeno. Los causantes son los mismos que afectan a los humanos: ácaros, polen, tabaco o colonia. El asma aumenta con los años, así que no porque el gato tosa de vez en cuando hay tomarlo a la ligera.

El asma felina es una condición relativamente común, con una prevalencia que se calcula en uno cada 200 gatos, y les genera toses, estornudos y falta de aliento. Además, ciertos gatos de pedigree, tales como los Siameses tienen una mayor predisposición a sufrir esta enfermedad y ciertos elementos irritantes presentes en una casa común agravarían esta situación.

En los casos de gatos que sufren de asma felina y viven en una casa cuyos dueños fuman o donde abundan otros elementos alergenos o irritantes encontramos que tienen su condición agravada. Y al llevarlos a la clínica veterinaria y aislarlos de los elementos “contaminantes” o irritantes mejoraban rápidamente su situación

En un cambio total de papeles, en lugar de ser los animales domésticos la causa de alergias y problemas respiratorios entre las personas, los estilos de vida humanos están desencadenando ataques de asma en los gatos. El humo del cigarrillo, el exceso de polvo doméstico, caspa humana, polen y ciertos materiales con que están hechos los enseres que utilizan los gatos, pueden provocar inflamación en las vías respiratorias de los animales y empeorar el asma.

Gatos con el síndrome del asma felino pueden empeorar viviendo en una casa donde las personas fuman, o donde haya otros potenciales alergenos o irritantes. Se ha comprobado que retirando a los gatos asmáticos de los factores habitualmente desencadenantes, como el polvo y el humo, pueden mejorar su estado de salud. También, cambiar los enseres que el gato más utilice, puede ser de ayuda para algunos animales asmáticos. Se encontró que cambiando las piedras del “baño” de los gatos asmáticos y reemplazando la cama higiénica por una hecha en base a papel de diario, también se encontraban mejoras en la incidencia del asma.

Estar atento a los síntomas y hacer los exámenes necesarios es clave. La alergia respiratoria se confirma con una radiografía, la digestiva con una biopsia y la cutánea con exámenes de piel.

Estas patologías se pueden dar durante todo el año, especialmente las alimentarias.Pero en el caso de las pulgas es más común en primavera y verano.

Respecto del tratamiento, en todos los casos hay que eliminar la causa. Tratar las pulgas, cambiar las comidas o utilizar medicamentos que cambien el signo clínico, vale decir, un medicamento contra la picazón, otro contra el vómito, o un broncodilatador, respectivamente.

Fuente: mascotamigas.com